La demanda de energía del mundo está aumentando, en parte debido al crecimiento de la población y en parte debido al aumento del nivel de desarrollo. Existe un consenso amplio según el cual las fuentes actuales de energía son limitados o problemáticos: las fuentes de energía fósiles (carbón, petroleo y gas) son limitados y muy probablemente están afectando el clima, la fisión nuclear es considerada peligrosa por muchos, mientras que las fuentes alternativas de energía tales como la energía eólica y solar posiblemente no serán capaces de cubrir todas las necesidades de energía y tienen una disponibilidad reducida (ya que dependen del tiempo o de la insolación).
La fusión es la fuente de energía del sol y de las estrellas. De alguna manera es lo opuesto de la fisión nuclear: en lugar de romper núcleos pesados tales como el Uranio, se basa en la fusión de núcleos ligeros tales como el Hidrógeno, Deuterio y Tritio. Este hecho simplifica y reduce el problema de los desechos nucleares de forma significativa, mientras que la reacción de fusión no es una reacción en cadena y por tanto es mucho más fácil de controlar.
El combustible para la fusión es abundante y puede proporcionar la humanidad con energía por millones de años: el Deuterio se puede obtener a partir del agua, mientras que el Tritio se puede obtener del Litio, que puede extraerse de minas. Además, esta fuente de energía no produciría emisiones de carbono y sería capaz de proporcionar energía según la demanda.
En el laboratorio, se puede obtener la reacción de fusión de varias maneras. Las dos principales rutas hacia un reactor de fusión que se están explorando actualmente son la fusión inercial, donde se calienta y comprime una pastilla de combustible mediante láseres, y la fusión por confinamiento magnético, donde el combustible se comprime mediante campos magnéticos mientras se calienta. Los dispositivos de confinamiento magnético se clasifican en varios tipos: tokamaks tales como el proyecto ITER y stellarators tales como TJ-II.
Más información: